Martín Vallejo (II)

Sobre la novela que estoy escribiendo, y que no parece que vaya a escribir nunca (me puedo pasar días y días corrigiendo una sola página). Debo aclarar una cosa.

La novela trata de un Inspector de Policía, de la Brigada de Información Criminal. Tengo varios amigos que son policías nacionales y guardias civiles. Uno, como ya he comentado en la entrada sobre Lorenzo Silva, incluso se dedica a temas de investigación. Pero no voy a recurrir a ellos más allá de una mínima duda que tenga al respecto. Voy a intentar que la novela sea, en la medida que me sea posible, eso, una novela. Consultar con ellos me limitaría bastante la libertad a la hora de  escribir la historia. Consultaré lo más evidente, para no incurrir en fallos garrafales.



P.D.: La razón por la que todas las entradas que se refieren a este proyecto, las titulo como Martín Vallejo, es porque no tengo ni la más remota idea de cómo titularla. No tengo, ni la más mínima idea de cómo terminará la novela, incluso ni siquiera se qué por qué camino me llevará. Me siento delante del pc (el poco tiempo que tengo para ello), empiezo a escribir y es ella sola la que va escribiendo. Creo que tanto el título, como todo lo demás, no los tendré claros hasta que acabe.

Lorenzo Silva

Ahora que es noticia al ganar el premio Planeta 2012, voy a comentar algo de mis lecturas de este hombre.

No he leído aún nada suyo que no sea de las andanzas del Sargento Bevilacqua, y es una lectura que tengo en mi lista de propósitos (¡¡¡se está haciendo demasiado larga!!!). Sobre la serie de ésta gran pareja de guardias civiles he leído tres, por orden: "El lejano país de los estanques", "el alquimista impaciente" y "la niebla y la doncella". Cuando empiezo a leer las novelas de una serie policiaca me gusta empezar por la primera de todas, aunque sean muy antiguas. Esto te permite ver tanto la evolución del escritor, como del personaje en si. Luego habrán novelas mejores o peores, pero te permite tener una perspectiva más clara de a dónde va y de dónde viene un personaje, así como la mejora literaria que da el autor.

"El lejano país de los estanques" fue la primera de la serie, y también la de mis lecturas de Silva. Un amigo que es guardia civil, y que además se dedica a temas de investigación, me lo recomendó. Algo que no me gustó del todo fue quizá el tono demasiado chulesco de Vila, aunque con la inocencia de Chamorro se compensa un poco. Me gustó, pero no me impresionó. De esos que dices que está bien y poco más. El desenlace final, eso si, es muy sorprendente. Da un giro que en ningún momento puedes imaginar. .

Como soy de los que creen que todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad, Silva no iba a ser menos, así que empecé a leer "el alquimista impaciente". Con esta novela me terminó de convencer del todo. Una trama muy bien montada, creíble, y unos personajes más "humanos", por decirlo de algún modo. Vila y Chamorro van uniéndose poco a poco en un punto medio. Chamorro va cogiendo poco a poco más picardia y Vila va cogiendo más humanidad. En definitiva, van confluyendo (si se puede decir así) en un punto intermedio entre ambos.

Y llegamos a "la niebla y la doncella". Me sigo quedando con la anterior, pero eso no quiere decir que le reste calidad a ésta. En esta tercera entrega, Silva consigue mantener el nivel de la anterior. Muestra a los personajes más humanos cada vez, y eso es lo que más me gusta de la novela policiaca española: Los personajes no son gente oscura y solitaria, sino que tienen sus miedos, sus vidas propias y sus problemas como el resto de los mortales.

Ahora, a esperar que me llegue "la reina sin espejo", que a buen seguro no me defraudará. Espero seguir viendo a un Vila más humano cada vez, y a una Chamorro cogiendo más mala leche, sin perder del todo esa inocencia que la caracteriza.

Felicitar al escritor por su serie de novelas policiacas, y también por el premio Planeta. Para un lector asiduo de novelas de dicho estilo, es una alegría enorme que se aprecie su nivel literario, y que poco a poco deje de ser un género marginado.

Martín Vallejo

Así se llama el protagonista de la historia que muy próximamente voy a comenzar a escribir. Un hombre de treinta y cinco años, que vuelve a su tierra después de estar diecisiete de ellos fuera alejado de ella. Partió a los 18 hacia la academia de policía de Ávila, y vuelve como Inspector, para hacerse cargo de la brigada de homicidios, en la Jefatura superior de Policía.
A su regreso, no sólo tendrá que enfrentarse a asesinatos, también tendrá que enfrentarse a una ciudad muy diferente de la que dejó cuando partió, aupada por el derroche en los buenos tiempos, de tristes escenas e historias de personas golpeadas por la infame e interminable crisis que vivimos, y tendrá que luchar contra su pasado y su presente.
De momento, ha aparecido una mujer asesinada. Cuarenta y dos años. El inspector Martín Vallejo del Cerro se dirige hacia allí.

LA ESPADA DE DAMOCLES. PETROS MÁRKARIS

 He de reconocer que es, si no me falla la memoria, el primer libro de este estilo que leo, es decir, de "ensayo". Y decidí leerlo no para iniciarme en dicho estilo literario, sino porque había leído, aparte de las novelas sobre las andanzas del Comisario Jaritos (que ya iré comentando en futuras entradas), algunos artículos y entrevistas concedidas a diarios españoles. Siempre me han parecido muy interesantes a la vez que esclarecedores, por eso lo devoré en cuanto lo tuve en mis manos.

El libro es una selección de los artículos de opinión de Márkaris, publicados en prestigiosos periódicos alemanes, ordenados cronológicamente, y que en mi opinión hablan sin rodeos de la realidad no sólo de la situación de Grecia, sino de Europa y el concepto de unión. Una gran reflexión sobre los diversos motivos de la actual crisis, obviando datos y conceptos económicos con los que nos bombardean a diario periódicos, telediarios y aburridos programas de debate. Muy acertadamente se centra en lo que intentan cargarse, entre cifras y nombres que para algunos son nuevos. Me estoy refiriendo al humanismo, a las personas. Y lo que es más importante; no sólo culpa a Alemania y la Unión Europea de los problemas griegos, sino también a Grecia. Pero a la vez, intentando quitar esa etiqueta que se le ha colgado a los griegos de gandules y defraudadores. Y es que dentro del país que es Grecia, diferencia entre griegos de a pie y griegos de altos negocios y políticos. Entre pequeños empresarios/autónomos y grandes empresas. Está claro: todos conocemos a algún autónomo que hace trabajos sin factura. Pero, ¿y las grandes empresas con cuentas en paraísos fiscales? ¿Y las grandes empresas que montan un auténtico enjambre de empresas para pagar menos?.
Pero no nos quedemos sólo en eso. El autor nos cuenta el por qué de la crisis actual, desde la perspectiva de la historia griega del siglo XX. En cómo los sucesivos sistemas han usado el estado en beneficio propio (¿A alguien le suena?).

En definitiva, un libro muy interesante, que merece la pena leer, y que se lee fácilmente. No soy de los que suele leer novela de ensayo y sin embargo me ha gustado muchísimo. Quizá porque me  interesa mucho todo lo relacionado con Grecia, es posible. Pero también porque en este libro puede ser que se esté detallando el futuro de España, lo que nos espera en unos meses o unos años. O en todo caso, lo que puede esperarnos si seguimos sin apostar por el humanismo. Por más humanismo.

Esperemos que el siguiente libro de artículos de Márkaris, sea sobre la salida de la crisis. Pero amigos, no nos hagamos muchas ilusiones. Mientras tanto, leer este libro os aclarará muchas ideas y os quitará muchos prejuicios sobre los alemanes y los griegos. Y también, por qué no, os librará durante un tiempo de soportar debates televisivos en los que se darán muchos datos económicos y se hablará poco de las personas.

¡¡¡Empezamos!!!

No se muy buen cómo empezar esta primera entrada en el blog. Quisiera eso si, por si no encuentro las palabras adecuadas, aclarar algunas cosas.

¿Para qué y por qué este blog?

Para nada y por nada en concreto. Simplemente, es una forma de plasmar mis pensamientos... el torrente de pensamientos que suelen poblar mi cabeza. Incluso me puede servir para darles cierto orden. Definitivamente es más para eso: ordenar el torrente de pensamientos, razonamientos y conclusiones paradójicamente inconclusas que sobrevuelan mi mente.
Mi cerebro tiene un problema, o al menos yo lo veo así. Los pensamientos sobre muchas cosas dan vueltas en él sin orden ni criterio. Como si fuera una especie de ruleta de la fortuna, en la que una vuelta te lleva a una casilla, pero inmediatamente gira de nuevo para caer en otra, dejando la anterior a medias. Así es mi cabeza. Puedo estar pensando en muchas cosas a la vez, pero no terminar de aclarar ni de avanzar ninguna de ellas.

Leer

Siempre fui, soy y seré un amante de leer. ¿De la lectura? se preguntarán ustedes. No, de leer. Siempre tengo que estar leyendo algo, es como una necesidad vital. Todo aquello que esté delante mío no tengo otro remedio que leerlo. Puede ser un libro, o puede ser que esté comiendo y a la vez leyendo los ingredientes del tarro de mayonesa.
Leer es, sin duda, lo mejor que me he aprendido en mi vida. Desde que aprendí a leer he devorado libros, tebeos, comics, revistas, periódicos, etc. Ya de bien pequeño, y al poco de aprender a leer, mi madre fue en cierta ocasión a hablar con mi profesor muy preocupada: incluso cuando iba al baño me metía con un tebeo de cualquiera de los personajes del gran Ibáñez y leía mientras hacía mis necesidades. Afortunadamente el profesor le hizo ver la bondad de dicha costumbre y yo pude seguir practicándola

¿Y escribir?

Como todo gran lector, siempre he tenido ansias de escribir, de ser escritor.  Afortunadamente, esa idea sigue sobrevolando mi cabeza, pero después de mucho tiempo he conseguido, para mi salud mental, tener claro que tengo vocación de lector, afición de escritor. Siempre he pensado al revés, que creo que había sido la causa de no aclarar mis ideas a la hora de escribir. Ahora he ganado en salud mental, y además he conseguido que mis ideas a la hora de escribir fluyan con más claridad. No obstante, aún no he empezado a escribir nada (aunque empezaré muy pronto e iréis leyendo por aquí los avances), pero tengo ideas más concisas sobre lo que quiero escribir.
Me encantaría algún día poder publicar una novela, ¡faltaría más! Pero no ansío ser escritor de profesión. Escribir una novela es para mí ahora mismo una obligación. ¿Qué obligación? Devolverle a la literatura una ínfima parte de todo lo que me ha dado. Simplemente eso.

¿De qué tratará el blog?

En este blog analizaré todas los libros que caigan ante mis ojos. Daré mi opinión. Espero que nadie se tome a mal si un libro no me gusta. Vaya por delante que para mi, todo aquel que escribe un libro tiene toda mi admiración. Intentaré hacer una crítica constructiva, sin caer en demagogias ni en tópicos.
También iré explicando mi proceso creativo de la o las novelas que vaya escribiendo, así como datos y orientación sobre el contenido.


A todo aquel que lea y siga este blog, ¡gracias!

¿Empezamos? ¡¡¡Empezamos!!!